Miró por encima del hombro con
la intención de ver una vez más el rostro angelical del valiente norse que más
la había amado, pero aquel muchacho de rasgos tranquilos y mirada alegre ya no
existía; en su lugar, como poseído por el mismo dios de la guerra, encontró a
un protagonista muy distinto: Ariel golpeaba y se defendía con ciega y feroz
acometividad, como un guerrero milenario surgido de las antiguas sagas, lanzándose
al encuentro de los aceros de los villanos que habían intentado matarla. Incluso
sus ojos se habían tornado indiferentes, sin atisbo de expresión que revelasen miedo,
y a ella se le antojaron los ojos de un hombre consciente de su final.
—¡Huye! —le oye gritar antes de
que una hoja golpeara su coraza—. Y por Eskol que ni se te ocurra dejarte
matar. Tienes que vengar mi muerte, Garra…
Fuking revenge!!!! 🖤🖤
ResponderEliminarVenganza norteña de las buenas.
EliminarUhhhh, lo digo con tres palabras:
ResponderEliminarQUIERO VER SANGRE!
YEAHHHH
Tú ya sabes cómo funciona el rollo.
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