Me llamo Diomedes y soy un Hombre de Phobos.
Nací y crecí en la ciudad de Caria, en el continente de Enceladus, junto a los campos de entrenamiento de las falanges, así que el escudo y la lanza me han acompañado durante toda la vida. A la edad de diez años, ya montaba a caballo mejor que cualquiera de los rapaces de Caria. A los quince, de haber dispuesto del patrimonio suficiente, podría haber ingresado en la escuela de exploradores y formar parte de la escuadra de Invisibles. Sin embargo, pese a mi habilidad ecuestre, las falanges se convirtieron en mi hogar.
Hoy soy un Hombre de Phobos, un orgulloso portador de la capa roja. Padre también lo fue antes que yo, murió defendiendo las fronteras del Imperio luchando contra el invasor asuro. Recibimos la noticia una calurosa tarde, tras pasar la mañana ejercitándome con la lanza y el escudo. Un oficial llegó e informó de su fallecimiento. Recuerdo que madre sacaba agua del pozo y no emitió palabra alguna, ni siquiera cuando los soldados dejaron en el suelo, junto al muro de la vivienda, el escudo y la lanza de padre; se limitó a mirarme suplicante con los ojos abrasados en lágrimas. Ese día me alisté en el ejército por un periodo de cuatro años, rompiendo el corazón de madre, y partí al este en posesión de un casco crestado y el escudo y la lanza de padre; dispuesto a escribir la historia del Imperio con sangre.
Maldita sea!!! Dame más de está mierda!!!... ❤
ResponderEliminarMira el correo.
EliminarMe apunto a alistarme en esa batalla!!! ESCRIBEEEEEEE
ResponderEliminarEso hago… ja, ja.
EliminarBesos mil.
Estas pequeñas píldoras que nos das tan contadas hacen que aumente mi deseo de droga...
ResponderEliminarAlguien me dijo una vez que era un asqueroso por hacer cosas así.
EliminarAún no sé cómo tomármelo. Muchas gracias por tu comentario.