Doger el graffiti como forma de vida
Jonathan Morillas (Doger) es un
artista urbano zaragozano que
actualmente reside
a caballo entre Zaragoza y Málaga. Doger, como el artista aragonés es
conocido, comienza sus andanzas en el mundo del graffiti (doctrina
perteneciente y vinculada a la cultura Hip Hop) en la década de los 90.
Jonathan (Doger) que a una muy temprana edad ya había demostrado a una
sociedad, ignorante del fenómeno que se cernía ante ella, sus actitudes y lo que era capaz de plasmar con un bote de spray
en los muros de cualquier ciudad; fue creciendo y puliendo sus habilidades
hasta llegar a los días que nos ocupan. Conocedor de la vieja y nueva escuela,
por el tiempo que le toco vivir, por sus venas corre la sangre de dos grandes épocas.
En estos momentos es uno de los abanderados y
más reconocidos artistas del panorama Grafitero aragonés. Expandiendo fronteras
y ofreciendo al mundo la posibilidad de conocer su arte, actualmente, emprende una empresa en Málaga; campaña
que está dando satisfactorios frutos,
dejando muy buen sabor de boca a los seguidores en Zaragoza ciudad, que
contemplan sus trabajos desde la lejanía, viendo como van directos a lo mas
alto.
Por: Waylander78
Modo de contacto
Contactar con Doger Teléfono Móvil - 628168131
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Tenía pendiente pintar a medias con otro artista un mural.
La parte mitad Izquierda de la pared según me explicó mi amigo Miguel, el artista del que os hablo, un hombre mayor de unos 60 años, pelo y barba blanca, alto muy delgado y fumador, consistía en pintar él, un paisaje muy colorido, con el cielo y las nubes en colores naranjas, amarillos, rojos, azules claros… etc...
Así que la mitad derecha de la pared me ofrecí pintar una de mis figuras femeninas habituales sólo que le dije que la pintaría a todo color. Diferente de las demás.
Aun no sabía que es lo que iba a pintar cuando estando un día pintando en el puerto de Málaga se cruzaron ante mis ojos un grupo de tres chicas pero mi mirada se fijo solo en una de ellas.
Pensé en lo guapa que me había parecido una de ellas y que sería bonito preguntarle sí quisiera ser pintada por mi, todo para conocerla, pero al verlas alejarse enseguida la idea se evaporó y me dirigí al cuarto de baño de los 100 montaditos que había enfrente.
Cuando salí del servicio para mi sorpresa estaban allí, en el espacio entre las puertas de los wc.
Pensé que no podía ser casualidad y me acerqué a proponerles mi pensamiento de pintarla con mis mejores intenciones.
Un poco nervioso al principio pero luego bien, la chica era muy agradable como persona y me dijo que sí, era la primera vez que yo le preguntaba en persona a una desconocida si quería ser retratada por mi en spray.
Me envió una foto ese mismo día por la noche y me agregó a Facebook, y a los dos días siguientes la pinté.
Me pasó la foto que todo graffitero sueña pintar ,como si me hubiera leído la mente.
Y el cuadro salió perfecto.
A los días me doy cuenta de que ha subido una foto a Facebook en la que sale una de las chicas que iba con ella cuando las conocí y me percato de su belleza.
Me pregunté a mi mismo como no me había dado cuenta antes cuando las tenía delante pero estaba centrado en su amiga, lo que si que me di cuenta fue de algo mas interior, con más importancia para mi, la mirada tan tierna que esta chica ponía cuando yo me ofrecía a pintar a su amiga, como si a ella le hubiera gustado que se lo hubiera dicho a ella o simplemente le parecía algo bonito y se alegraba por su amiga.
Así que con ese recuerdo le pregunté si quería que la pintase ya que ella tenía una foto que me encajaba perfectamente en el muro.
La chica se alegró mucho con el resultado y me alegré mucho de haber conocido a una chica que valoraba mi trabajo pero de verdad.
La pinté un día de mucho calor y estuve cerca de nueve horas pintando parando para descansar y con amigos que me visitaban.
Mi amiga Concha me vino a visitar con sus Nietas.
Las dos quisieron pintar con spray y las dejé participar en el dibujo, por eso he dejado la terminación en forma de corazones que hay en el cuello del dibujo.
Me pareció que quedaba muy bien y me gustaba la historia, ahora si cuando crezcan el dibujo sigue allí alguien les recordará que eso lo hicieron ellas de pequeñas.
La parte mitad Izquierda de la pared según me explicó mi amigo Miguel, el artista del que os hablo, un hombre mayor de unos 60 años, pelo y barba blanca, alto muy delgado y fumador, consistía en pintar él, un paisaje muy colorido, con el cielo y las nubes en colores naranjas, amarillos, rojos, azules claros… etc...
Así que la mitad derecha de la pared me ofrecí pintar una de mis figuras femeninas habituales sólo que le dije que la pintaría a todo color. Diferente de las demás.
Aun no sabía que es lo que iba a pintar cuando estando un día pintando en el puerto de Málaga se cruzaron ante mis ojos un grupo de tres chicas pero mi mirada se fijo solo en una de ellas.
Pensé en lo guapa que me había parecido una de ellas y que sería bonito preguntarle sí quisiera ser pintada por mi, todo para conocerla, pero al verlas alejarse enseguida la idea se evaporó y me dirigí al cuarto de baño de los 100 montaditos que había enfrente.
Cuando salí del servicio para mi sorpresa estaban allí, en el espacio entre las puertas de los wc.
Pensé que no podía ser casualidad y me acerqué a proponerles mi pensamiento de pintarla con mis mejores intenciones.
Un poco nervioso al principio pero luego bien, la chica era muy agradable como persona y me dijo que sí, era la primera vez que yo le preguntaba en persona a una desconocida si quería ser retratada por mi en spray.
Me envió una foto ese mismo día por la noche y me agregó a Facebook, y a los dos días siguientes la pinté.
Me pasó la foto que todo graffitero sueña pintar ,como si me hubiera leído la mente.
Y el cuadro salió perfecto.
A los días me doy cuenta de que ha subido una foto a Facebook en la que sale una de las chicas que iba con ella cuando las conocí y me percato de su belleza.
Me pregunté a mi mismo como no me había dado cuenta antes cuando las tenía delante pero estaba centrado en su amiga, lo que si que me di cuenta fue de algo mas interior, con más importancia para mi, la mirada tan tierna que esta chica ponía cuando yo me ofrecía a pintar a su amiga, como si a ella le hubiera gustado que se lo hubiera dicho a ella o simplemente le parecía algo bonito y se alegraba por su amiga.
Así que con ese recuerdo le pregunté si quería que la pintase ya que ella tenía una foto que me encajaba perfectamente en el muro.
La chica se alegró mucho con el resultado y me alegré mucho de haber conocido a una chica que valoraba mi trabajo pero de verdad.
La pinté un día de mucho calor y estuve cerca de nueve horas pintando parando para descansar y con amigos que me visitaban.
Mi amiga Concha me vino a visitar con sus Nietas.
Las dos quisieron pintar con spray y las dejé participar en el dibujo, por eso he dejado la terminación en forma de corazones que hay en el cuello del dibujo.
Me pareció que quedaba muy bien y me gustaba la historia, ahora si cuando crezcan el dibujo sigue allí alguien les recordará que eso lo hicieron ellas de pequeñas.
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